¿Qué es lo que hace un niño de manera diaria para divertirse? Jugar, jugar y jugar. Y en definitiva que no existe mejor aprendizaje para ellos que pasar mucho tiempo jugando.

Sin embargo, ¿qué pasa cuando dejan todo desordenado y nos toca a nosotras recoger? Bueno, es que una parte importante de jugar es recoger y ordenar y esto también hay que inculcárselos y enseñarles a hacerlo.
Agarrar los bloques de lego y tirarlos por toda la casa, hacer torres de juguetes y libros y luego destruirlos regando todo no solo en sus habitaciones sino en la sala, la cocina, el baño, en fin….¡qué divertido es!
Pero luego del desorden, viene el orden Y aunque a veces esto puede parecer aburrido, existen formas de hacer que inclusive el ordenar parezca un juego y verás que tu pequeño estará no solamente disfrutando el jugar sino también el ordenar.
Empieza por cantar la súper canción famosa que seguro te sabes «A guardar cada cosa en su lugar«. Y es que las canciones siempre hacen todo más divertido y vas creando un hábito ya que al ellos escuchar que empiezas a cantar, ya automáticamente sabrán que llegó el momento de ordenar.
Involúcrate también en la actividad. Los niños actúan con el ejemplo y si ellos ven que empiezas a cantar y a ordenar con una buena actitud, así mismo empezarán a hacerlo.
Otra cosa que es importante es que los felicites y les refuerces de manera positiva la manera en que hacen las cosas. Es obvio que al inicio (y dependiendo de la edad) no ordenarán de manera correcta y todo puede parecer aún más desordenado al final, pero igualmente déjale saber que estás orgullosa de él y que lo hace muy bien. Cuando veas que guarda algo o hace el intento, felicítalo y motívalo a seguir haciéndolo.
Asegúrate siempre de advertirle cuando el tiempo de jugar se está acabando. A veces queremos que ellos cambien de actividad de manera rápida y repentina y esto puede ser difícil para ellos.
Empieza varios minutos antes a advertirles que dentro de unos minutos viene el momento de ordenar y guardar. Si aún no manejan el concepto del tiempo, puedes utilizar alarmas para que sepan que cuando suena el sonido significa que ya es hora o ponerles algún reloj que indique la hora, si ya están más grandes. No pretendas que van a ordenar en el momento en que están jugando. El tiempo de juego es de juego y no debes obligarlos a recoger en ese momento.
A veces las madres tenemos unas expectativas muy altas sobre cómo queremos que nuestros hijos hagan las cosas y que todo se vea bonito. Bueno, esto no debe ser así porque solo vamos a conseguir frustrarnos al no conseguir que las cosas se vean como esperamos. Los niños son niños y hay que tener paciencia.
Otra manera de ayudarlos es simplificarles el asunto. Es decir, no pretendas que ponga todo en tablillas y lugares complicados. Compra cajas grandes de plástico para que ahí puedan guardar de manera más fácil. Puedes, si quieres, ponerles nombres tales como «Legos», «Peluches», «Súper Héroes», «Muñecas» y similares, de esta manera van clasificando cada cosa en las cajas determinadas pero de manera rápida y fácil.
¿Qué es lo que motiva a los niños en la gran mayoría de las veces?

La competencia. Es por esto que puedes hacer «de la hora de guardar» una competencia. Juegos como:
- Quién logra guardar todo más rápido.
- Tomarles el tiempo para que ellos traten de batir sus propios records cada vez.
- Ver quién puede lanzarlos desde más lejos y encestarlos en las cajetas.
Todas estas ideas te garantizarán que tu hijo tome el hábito de guardar y verás que en poco tiempo ya será un hábito para ellos. Lo más importante es tener paciencia y no hacerlo tú por ellos. Si ellos ven que al final terminas recogiendo, entonces no lo harán.
Otras mamás opinan…