El hogar debería ser un lugar lleno de armonía, tranquilidad, donde todos sintamos que es nuestro refugio de paz. Pero en realidad para muchas madres lamentablemente no es así.
No es extraño conseguirme con madres que llegan a mi consulta con manos temblorosas, ojeras gigantes, moviendo los pies sin parar o que, al comenzar a hablarme de su situación, me cuentan que están agotadas porque no paran y pasan todo el día haciendo un sinfín de actividades en las que, por cierto, no está incluido un descanso para ellas.
Se sienten que al final del día no han alcanzado todas las actividades de la agenda y las espera una familia que aún requiere de atención. Bajo esta dinámica no es de extrañar que un lugar muy lejano y solitario sea el sinónimo de armonía o paz para estas madres, y que, “el hogar” estaría justo en el lado opuesto del universo.
Una madre estresada es una bomba de tiempo que pone en peligro las relaciones familiares y su propia salud, por eso quiero dejarles aquí algunos agentes estresantes en el hogar para que puedan identificarlos a tiempo y tomar acción hacia la paz que se merecen.
• Multiplicación de tareas repetitivas, con horarios demenciales.
• Cantidad elevada de situaciones que escapan de nuestro control y que se vuelven impredecibles.
• Imposibilidad de realizar una tarea sin ser interrumpida.
• No hay derecho a la queja ni al error.
• Poco reconocimiento a nuestra labor.
Si reconoces algunos de estos agentes en tu vida cotidiana, busca momentos de tranquilidad a diario, practica respirar de forma consciente o hacer actividades que te ayuden a bajar el estrés, come saludable, pide ayuda y sal con una amiga que te escuche.
Toma en serio tu existencia y créeme que todo lo que comiences a hacer por ti, lo verás reflejado también de forma positiva en tu hogar y con tus hijos.
La Autora, Larissa Nobile Castro, es Educadora Social, Directora de Padres Activos y Representante para Panamá de Gordon Training International. Puedes seguirla en su Instagram @padresactivos