Carta a la mamá del niño que no come de todo

Por: Mariví Jaén

Querida mamá del niño que no come de todo:

Quiero empezar haciendo énfasis en «el niño que no come de todo» ya que de intento no he puesto «Querida mamá del niño que come mal«. Y es que quién soy yo (o ustedes) para decirte que tu niño come mal?
Que tu niño tenga una variedad limitada de alimentos que le gustan no necesariamente significa que tu niño come mal. Tal vez come pocas cosas, tal vez no haya variedad en el menú diario pero puede ser que lo poco que come sea saludable y le esté aportando nutrientes importantes y por ende, estamos hablando de un niño que come bien. Tu niño que come bien.

Ahora, a ti mamá, sí, a ti que se te ve el amor por tus hijos en los ojos, te digo: ¡ESTAS HACIENDO UN GRAN TRABAJO!

Tu hijo está saludable y feliz. Está creciendo bien, está bien alimentado y sobretodo amado. Y todo esto es GRACIAS A TI!

Es gracias a ti porque eres tú quien le das alimentos a diario y procuras que lo que sea que coma le aporte algo para su bienestar y crecimiento. Eres tú quien se asegura que coma, aunque sea lo mismo del almuerzo (y del desayuno) y aunque tengas que pasar tres horas haciendo el avioncito o poniendo voces diferentes solo para que coma un bocado o pedazo, lo haces sin parar, día tras día, comida tras comida. Eres tú quien dedica un gran porcentaje del día a pensar qué le harás de comida a tu hijo, para al final terminar con el mismo menú.

Y siendo realista…la sociedad no nos deja da chance! Que si el puré de papa es malo porque la papa tiene insecticidas, que si el arroz es malo porque no es orgánico, que si la pasta es mala porque engorda, que si el pan debe ser integral (pero no cualquier integral porque hay unos integrales que son malos) y etc, etc, etc. ¡Es agotador!

Y aún así, día tras día, comida tras comida, intentas, sin darte por vencida, alimentar a tu hijo de la mejor manera posible y a sabiendas que tu intento probablemente será en vano porque el niño verá la comida, pondrá mala cara y dirá que quiere lo mismo que desayunó hoy y que almorzó ayer y que cenó el día anterior.

Y eres tú mamá quien se asegura que coman proteína para que sus músculos estén fuertes y carbohidratos para que tengan energía y una que otra fruta o vegetal de cualquier forma posible.

Y qué importa si le das la misma fruta TODOS LOS DÍAS porque solo le gusta UNA y qué importa si es la misma proteína TODOS LOS DÍAS. ¿Y sabes qué? En la carrera de la vida NADIE le preguntará qué fruta comía de niño o si le gustaban los vegetales. Créeme, lo sé y te lo dice una mamá, profesional, que goza de buena salud en general y que nunca comió vegetales de chica. Lo que importa es el empeño que tú como mamá le estás poniendo Y que el momento de la comida no se transforme en ansiedad. Una ansiedad que sí puede llegar a ser perjudicial y desencadenar problemas y trastornos alimentarios.

Y eres tú quien a veces se esconde en el parque cuando el resto de las mamás sacan la merienda elaborada o saludable mientras tu hijo come galletas de animalitos (con mucha azucar y altamente procesada). Y pues hoy te quiero decir que NO TE ESCONDAS. Las que te entendemos somos más!

Sé que te puedes sentir frustrada y criticada por aquellas mamás que sus hijos comen de todo y en gran variedad. Y sé que aveces piensas que tú debes tener la culpa pero sabes qué? NO ES ASÍ.

Gracias a ti y tu buena guía tu hijo dusfruta chucherías, burundangas y comida chatarra de vez en cuando y aún así logras que entienda que es imposible que viva solo de helado o chocolates. Esto es un gran labor mamá…¡y tú lo has logrado!

Tú mamá, TÚ estás haciendo un gran trabajo alimentado a tus niños aunque a veces creas que no u otras personas te hagan sentir que no.

Habrán mamás que compren todo orgánico, habrá aquellas que no tengan tiempo, ganas ni dinero para hacer esto, pero no importa porque lo único que importa aquí es el esfuerzo que tú como mamá estás invirtiendo en el tema.

Y déjame decirte algo, al final del día las etiquetas no hacen que una comida sea saludable. Tampoco la variedad. Puedes tener un niño comiendo una variedad de cosas FRITAS y no por eso es saludable o un niño comiendo una VARIEDAD de cosas orgánicas (según la etiqueta) y no por eso es saludable. Pero tú mamá, tú que tienes un hijo que no come de todo estás esforzándote para que lo poco que coma sea bueno, sea saludable y le aporte algo de valor nutricional.

O sea que mamá que me lees y que te identificas, déjame aclararte algo, no es de mi incumbencia, ni de la de nadie, lo que tú le das de comer a tus hijos. Tampoco me interesa lo que tu hijo coma o deje de comer. Pero créeme que defenderé tu derecho (el mío) y el de todas las mamás allá afuera de amar a sus hijos sobre todas las cosas y alimentarlos de la manera en que mejor lo sabemos y podemos hacer.

La alimentación de los niños muchas veces no depende de la madre sino del niño. Existen paladares distintos, existen diversos gustos y existen infinidades de razones por las cuales un niño no acepte cualquier tipo de alimento y otro (criado exactamente de la misma forma) sí los acepte.

¿Tu hijo come comida orgánica? ¡BIEN POR TI! ¿Tu hijo come ensaladas y vegetales sin parar? ¡BIEN POR TI! ¿Tu hijo come arroz blanco y carne seca? ¡BIEN POR TI!

¿Quieres tener un huerto en tu patio y cosechar todo natural? ¡BIEN POR TI! ¿Prefieres comprar alimentos orgánicos que han sido manejados y preparados en granjas orgánicas? ¡BIEN POR TI! ¿Le compras a tus hijos alimentos del súpermercado común y corriente y no te fijes tanto en las etiquetas? ¡BIEN POR TI!

Tu hijo crecerá grande, fuerte y saludable porque te estás esforzando en darle lo mejor.

Y al final del día alzaré mi voz por ti, por mi y por todas aquellas madres que se sienten cohibidas porque sus hijos no comen de todo ya que al final del día es solo una comida y tú eres solo una mamá…tratando de hacer lo mejor posible.

O sea que tú mamá del niño que no come de todo, no te escondas. No te cohibas. Recuerda que tus hijos están siendo alimentados por ti, están creciendo, están felices, están participando, están aprendiendo y están siendo amados POR TI y que TU estás haciendo un gran trabajo.

Con cariño,

Yo (mamá de un niño que no come de todo y de otro que sí come de todo y hasta un poco más).

¡Cheers!