Por: Dra. Pediatra Neonatóloga María Elisa Dejuane
Instagram: @unapediatrabiker
Cuando nace tu bebé, una de las primeras inquietudes de los padres es cómo cuidar la piel del recién nacido. Su piel es extremadamente sensible luego de permanecer dentro del útero, protegido y cubierto de liquido amniótico. Al nacer, podrán notar que están cubiertos de una capa grasosa blanca, llamada vermix caseosa, al igual de un vello fino, llamado lanugo, ambos desaparecen luego del nacimiento. También pueden observar pequeñas espinillas blancas en la nariz (milia), puntos entre rojos y amarillos que es un eritema, lesiones rojizas que son vasculares y niños con herencia negra o asiática, manchas violáceas en la espalda, glúteos y extremidades, conocidas como manchas mongólicas, que son completamente normales en sus bebés.
Deben saber que la piel de sus bebes es muy sensible, no teniendo las defensas que puede tener un adulto ante cualquier agresión externa, por lo que pueden requerir cuidados especiales, por lo que preparamos una pequeña guía para orientarles.
1. El baño:
Puede ser de corta duración o por partes. Los bebés no necesitan bañarse diariamente en las primeras semanas, mas que un aseo o limpieza por partes, ya que le quitas la protección natural de su piel, siendo mas susceptible a irritaciones. 2 a 3 baños es suficiente de corta duración (unos cinco minutos).
El jabón puede ser un sustituto de jabón tipo syndet (o uno líquido suave, con ph 4-4.5) que no casi no hace espuma y mantiene un pH neutro es lo ideal para su piel.
Mientras el cordón umbilical se cae, pueden hacerle una limpieza por partes, con esponja o una toalla, con agua tibia, en caso de ser un baño completo, que sea breve, secando muy bien la zona del cordón umbilical. Esto es para evitar que se ponga blando y retrase su caída aumentando el riesgo de infecciones.
2. Hidratación:
Mi recomendación es hidratar su piel, con frecuencia y pequeñas cantidades, con productos emolientes que protejan su piel, además permite brindar caricias y masajes a su bebé que le permitan relajarse y aliviar síntomas como los cólicos del lactante. Aunque aquí la literatura es amplia y muchos autores difieren en la necesidad de aplicar ningún producto en la piel de los bebés. Su piel es mas delgada, con menos capas, células más separadas entre sí, lo que hace que el agua se absorba más y se pierda más, interfiriendo con su capacidad de barrera y elasticidad.
3. Protección Solar:
Debemos evitar la exposición al sol en los primeros seis meses de vida, principalmente porque cuentan con menos melanocitos (que nos da color en la piel) que la protegen y son más susceptibles a quemaduras y deshidratación.
Tampoco se recomienda usar ningún tipo de bloqueador solar antes de los seis meses, por lo que su protección debe ser total, mantener a la sombra, evitar sol directo, usar paraguas o sombreros que les proteja su piel.
Después de los seis meses, pueden utilizar protectores solares con factor de protección 50, indicados para bebés existentes en el mercado, pero sin exponer a su hijo a las horas más intensas de sol directo.
A partir de los seis meses ya se le puede aplicar la crema o emulsión solar con un factor de protección 50, pero igualmente hay que evitar exponer al bebé en forma excesiva.
4. Cuidado de los genitales:
En los primeros días y siempre que sea posible, recomiendo lavar con agua y un jabón suave o neutro las heces y la orina, que son irritantes para piel de sus bebés así como bacterias, que pueden irritar esta área, procurando limpiar bien los pliegues. Si pueden evitar lo más posible toallas húmedas comerciales, que traen preservantes y limitarlos principalmente cuando salen fuera de casa.
Usar pañales que absorban bien para que se mantengan secos y cómodos, así como el cambio frecuente, evitando irritaciones, pañalitis y dermatitis atópica.
Al final de la limpieza, pueden aplicar una crema, ya sea en pasta o más cremosa, que su función sea de barrera entre la piel y las heces y humedad, evitando irritaciones por el contacto, las que más se recomiendas son aquellas que tienen óxido de zinc, lanolina, algunos aceites y emolientes, aliviando cualquier síntoma.
5. La ropa:
De preferencia, con tejidos naturales, sobretodo la que esté en contacto permanente con la piel del bebé, como el algodón, libre de sustancias químicas, transpirable, evitando etiquetas, costuras, pliegues, que le rocen la piel.
Al lavar la ropa, usar un jabón suave, sin suavizantes ni blanqueadores como el cloro, que pueden quedar restos en la ropa y luego irritar la piel de su hijo.