¿Qué tan alegre es tu hogar?
Después de las fiestas de fin de año, esas que nos han mantenido atrapadas en los compromisos y en la bulla exterior, nos toca quitar la decoración de casa y volver a lo que somos, a los temas que les dimos pausa y dejamos pendientes en noviembre, a esas emociones no muy gratas que escondimos sólo por unos días.
No es de extrañar que, a mediados de enero, surjan nuevamente en nosotras los anhelos no atendidos, las tristezas guardadas en el cajón, vuelvan nuestras frustraciones con más energía y retomemos los conflictos familiares del año anterior.
Por eso quiero compartir este escrito hoy contigo e invitarte a hacerte esta pregunta ¿Qué tan alegre es tu hogar?
Quiero comenzar citando a Alex Rovira cuando dice que “la alegría surge cuando cuidamos lo que amamos, y cuando los seres amados se saben cuidados”. Una frase que sin duda es tan sencilla como profunda. En un hogar alegre, cada miembro de la familia siente que es cuidado y atendido en todas sus necesidades emocionales, afectivas, económicas, relacionales, de seguridad, de pertenencia, de logro y de auto-realización, lo que se puede traducir como: sentirse amado en acción.
Quien se siente cuidado está alegre, y también, quien sabe que está cuidando lo que ama, se llena de alegría. En la familia, los hijos necesitan sentirse cuidados tanto como mamá y papá.
El hogar es un nido acogedor que brinda amor equitativo para todos. Padres distraídos y desconectados de sus propias necesidades, no podrán ser capaces de construir un lugar alegre, aunque todos sus hijos parecieran estar felices, más tarde o más temprano, explotará el dolor y el desamor guardado.
¿Cómo hacer para sembrar un hogar alegre?
• Mamá, atiende tus necesidades de sueño, descanso y distracción. Manifiesta tu necesidad de apoyo, valoración, cariño, respeto, protección y mimo. Una madre o un padre que cuida de sí mismo, acepta y valida sus emociones, se encuentra en equilibrio y disponible emocionalmente para con los hijos.
• Un hijo se siente cuidado y por lo tanto será feliz, cuando son satisfechas sus necesidades de afecto, de tiempo significativo y de encuentro con los padres y cuando son aceptados genuinamente por lo que son y no por lo que hacen.
Ponte la mano en el corazón, contesta la pregunta y ponte en acción. Te mereces una vida con muchos momentos de alegría en tu familia, con tu pareja y para contigo.
La Autora, Larissa Nobile Castro, es Educadora Social, Directora de Padres Activos y Representante para Panamá de Gordon Training International. Puedes seguirla en su Instagram @padresactivos