Por: Mariví Jaén
Hace un par de días fuimos invitadas a la Conferencia Un Nuevo Punto de Vista por La Fundación Relaciones Sanas e IPI, dos conferencias relacionadas con la disciplina positiva y entender por qué pelean los hermanos.
La mayoría de nosotras, como madres que somos, sabemos en teoría muchas o algunas de las cosas de las cuales no hablaron. Sin embargo, para mi esto es como cuando tienes a un estudiante fracasando y le das y le das y le das hasta que lo entiende. De tanto escucharlo algo se nos va quedando. Y es que es tan importante como disciplinamos a nuestros hijos porque de eso depende el tipo de personas que serán cuando crezcan. Serán retraídos si siempre les gritaba o tendrán baja autoestima si siempre le decía que estaban haciendo todo mal o inclusive pueden llegar a ser agresivos si siempre me la pasaba pegándoles.
Uno de los temas que más me gustó y me pareció muy interesante fue un momento dado en que una de las psicólogas, Denisse Quelquejeu, comentó que hay veces que es importante que nosotras como mamás nos tomemos un «time out» o «tiempo fuera». Es decir, siempre escuchamos que a los niños hay que ponerlos en «tiempo fuera» cuando están teniendo una pataleta o andan portándose mal o le pegó a su hermanito o quien sabe que hizo. Pero nunca nos analizamos a nosotras mismas sobre el porqué del comportamiento y reacción del niño y que antes de volvernos como locas y empezar a gritar o regañar es mejor tomarnos un «tiempo fuera». Ella explicaba que este tiempo pueden ser 5 o 10 minutos, que entremos al baño, al cuarto, o a algún lugar de la casa y nos calmemos, respiremos y pongamos nuestras ideas en orden. Siempre es importante decirle al niño que haremos esto para que el niño no piense que lo estamos abandonando. Una vez que termina nuestro «tiempo fuera» podemos salir y calmadamente explicarle al niño porqué su comportamiento no fue el más adecuado y que ese tipo de reacciones y comportamientos es inaceptable.
Por otro lado, la otra psicóloga, Maria Ángela Tulipano, nos habló de cómo cada niño es diferente y que no podemos esperar que nuestros hijos sean iguales por más que los tratemos y criemos igual. Y es que es verdad. Mis dos hijos son tan diferentes como el sol y la luna y dado que son niños y se llevan poco tiempo uno con el otro se la pasan peleando y parecen rivales más que hermanos algunas veces. Y bueno me cuesta aceptarlo y aunque a veces siento que tengo mas afinidad con uno que con el otro por el tipo de carácter que tiene, tengo que controlarme para no parecer que uno u el otro es mi «favorito». Ella recomendó dejarlos resolver las situaciones entre hermanos sin la necesidad de meternos a resolverlo por ellos (claro que fue enfática al decir que siempre y cuando los estemos vigilando y no se estén haciendo un daño). Esto los enseñará y les dará las herramientas necesarias para salir al mundo y saber comportarse con otros niños y adultos.
Los niños son niños y hay que entender que por más que a veces nos desesperemos y queremos que nos entiendan, ellos no tienen la capacidad aún para razonar como un adulto. Es nuestro trabajo enseñarles a vivir y de nosotros dependerá en gran medida si crecen con autoestima y confianza suficiente para enfrentar el mundo o no.
Gracias por recordarnos que todas somos madres y que nuestros pequeños solo necesitan nuestro amor y afecto y nosotras las mamis un «tiempo fuera» 😁😅.
¡Cheers!