Hace una semana recibí un mensaje por Instagram, de una mamá pidiendo que por favor la llamara a su celular, cosa que hice de inmediato pensando que era una emergencia con la lactancia, pero para mi sorpresa era una mamá que no amamantaba y quería desahogarse y contarme lo mal que se sentía por no haber podido lograr dar pecho a su hijo.
Luego de escuchar su largo relato, contando todo lo que sufrió los primeros días de vida de su bebé por no poderlo amamantar y la gran culpa que sentía cada vez que le daba un biberón a su hijo, me pregunta ¿Qué opinas tú Carla sobre no amamantar? ¿Y por qué nunca hablan de la fórmula en las redes? Le respondí y creo que la dejé mucho más tranquila.
Esta conversación, junto con algunos comentarios al respecto recibidos en algunos post, me animó a escribir sobre esta nueva rivalidad que he podido observar entre las madres; Las que dan biberón versus las que dan pecho; Las que portean versus las que tienen coche; Las que se quedan en casa y las que vuelven al trabajo… ¡Stop! Todas tenemos algo en común, somos mujeres y madres, y TODAS buscamos dar lo mejor a nuestros hijos, lo mejor que podemos.
Si no pudiste amamantar por falta de información, falta de acompañamiento, o simplemente falta de paciencia, no eres peor madre que la que sí pudo. ¡Pasa la página, y disfruta tu maternidad a partir de hoy!
Tu leche no es la única fuente de amor para tu bebé, también están los besos, abrazos, criar de forma empática y respetuosa hará la diferencia.
¿Se siguen preguntando que le respondí a esta mamá?
Le dije que ella era la mejor mamá del mundo y le conté que la maternidad abre una puerta a la bendita culpa, que nunca se cierra y que nos acompañará hasta el final de nuestros días. La invité a que viviera un día a la vez, sin pensar en lo que pudo hacer mejor ayer, y pensando en lo que puede hacer distinto mañana.
¿Que la leche materna es el mejor alimento para tu hijo? Sí, claro…pero eso no te hará mejor o peor mamá para él.
¡Lo has hecho bien mamá!

Otras mamás opinan…