Esta pregunta me la hacen muchas personas cuando les cuento que soy consejera de lactancia, y algunos se extrañan que tantas mujeres necesiten ayuda cuando la lactancia se supone que es algo natural y debería darse fácil.
Entonces ¿Qué pasa? ¿Por qué amamantar se vuelve un caos en muchos casos? Para mí la respuesta se resume a estas tres causas:
1. Hospitales y clínicas apegados a sus protocolos médicos impiden el amamantamiento dentro de las primeras horas, ni permiten alojamiento conjunto.
Lo que causa que bebé, en lugar de aprovechar sus primeras horas aprendiendo a mamar del pecho de la madre, comience a aprender a succionar en biberón. Al llegar a casa la madre se frustra y comienzan las dudas y problemas.
2. Falta de tradición de amamantar en la familia.
Me he encontrado con muchas abuelas que no han amamantado y, peor aún, bisabuelas que me han contado que ellas no dieron pecho a sus hijos. Entonces ¿Quién acompaña a esa madre joven y primeriza con sus dudas sobre enganche? ¿Quién le dice: Tú puedes hija? Si su madre ni su abuela saben del tema.
3. Falta de confianza.
Si mamá no se informa, no se empodera y toma su decisión firme de amamantar puede caer en la duda tan común «¿Será que no se llena mi bebé?». Por eso siempre les digo que una madre informada vale por dos.
Lean, asistan a cursos prenatales, busquen un neonatólogo formado en lactancia y si tienen dudas busquen apoyo en la liga de la leche de su país o en consejeras, consultoras o asesoras de lactancia certificadas.
¡No estás sola mamá! ¡Si quieres, podrás!
Carla Seijas
Mamá de dos, consejera de Lactancia Materna
Instagram: @coachingdelactancia
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