Por: Mariví Jaén
Mis niños, mis pequeños, los amo. Una palabra de 3 letrás pero tan profunda que casi no puedo explicarla. Siempre siempre haré todo lo mejor por y para ustedes pero desde ya les digo, yo no soy su amiga. Soy su madre. Siempre los protegeré pero también los estaré observando. Casi, casi que espiándolos. Todo lo que hagan y todo lo que me digan lo investigaré. Los regañaré siempre que así lo considere. Y habrán días en que me odiarán y no querrán verme ni en pintura. Bueno, les tengo una sorpresa. Me tendrán que seguir viendo porque soy su madre. Pueden llegar a sentir que soy su peor pesadilla y que los vuelvo locos, pero todo esto lo haré por esa palabra de 3 letras que les dije al inicio. Los AMO. Punto. Y el día que ustedes me dejen de odiar y entiendan el por qué de mi actitud, ese día habrán crecido y madurado. Y tal vez, dejaré de observarlos tanto. Pero siempre seguiré protegiéndolos. Nunca, NUNCA encontrarán a alguien que los quiera y que los entienda más que yo. Que se preocupe por ustedes y rece para que día tras día mis actuaciones influyan en ustedes de manera positiva. Mis piojos, hoy están chiquitos pero mañana despertaré y tal vez me pasen en tamaño. Igual tendré poder sobre ustedes pero les prometo que la grandeza de mi amor solo la entenderán el día que les toque ser padres. Los AMO. Punto.