Por: Mariví Jaén
Es verdad. Yo era joven, tenía muchas personas a mi alrededor con hijos y cada vez que veía a alguna haciendo algo que en ese momento me pareciera inaudito solo respiraba profundo y lo anotaba en mi listado mental como un recordatorio que decía «no hacer cuando tengas un hijo».
Desde las gradas todo es fácil. Y aquí estamos los fanáticos creyéndonos técnicos de futbol cuando vemos un partido o estamos a la orden del día para criticar u opinar sobre lo que una determinada madre hace con su hijo. Al final es lo mismo. Y parece increíble que nosotras las madres somos las que más criticamos y opinamos cuando realmente deberíamos de entender que cada madre hace lo mejor que puede pero sobre todo lo que mejor le funcione.
Bueno, esto SE ACABÓ. Hoy estoy aquí, tragándome mis palabras de joven, y aceptándole al mundo entero que sí soy una madre real y que pues sí, hago todo eso que en algún momento dije que no haría con mis hijos (y un poquito más) y de paso mandarles un abrazo virtual a todas aquellas que en algún momento critiqué en mi cabeza… Son lo máximo!
1. Dejar que usen el Ipad o teléfono celular
Seamos sinceras, estos aparatos tienen la habilidad de calmarlos a otro nivel. Ya sea que esté en un restaurante, en un almacén, en el carro o simplemente en la casa pero que necesite 5 minutitos de paz, las tabletas resuelven un millón.

2. Gritar como una loca desenfrenada
Ajá. ¡Culpable! Y es más a veces grito menos de lo que quisiera. No necesariamente les grito a ellos (aunque por supuesto que a veces sí) pero grito. Grito en el carro, grito en el baño, grito en mis sueños. Y que rico se siente vaciar los pulmones con un buen grito.
3. Dejar que coman papas fritas y nuggets, salchichas, tomen soda y todas esas cosas que supuestamente son veneno para la salud.
Y que por cierto, saben ricas. Lo acepto. Yo quisiera poder hacer batidos verdes y eso pero siendo realista ni a mi me gustan! A parte que tampoco es que comen mal todos los días (solo los fines de semana) ja ja ja. (Inserto guiño de ojo) .

4. Darles un juguete nuevo cuando necesito 10 minutos de paz.
Esto es como un relajante para un niño. Pueden pasar por lo menos 15 minutos jugando con lo que sea que le acabes de comprar. Ok. No necesariamente es que vas a salir pisada a la farmacia Arrocha a comprar algo. Yo tengo una cajita la cual le llamo «Mi valium». Esta caja es casi casi una caja fuerte y está súper escondida. Yo misma la hice con una caja de zapatos. Solo yo sé donde está,pero dentro tiene toda clase de cosas que voy comprando de vez en cuando. Tonterías. Nisiquiera tienen que ser caras. Y así, esporádicamente (ok, lo acepto, más seguido de lo que quisiera) saco un juguete nuevo y santo remedio. A ellos les encanta meter la mano y sacar una sopresa. ¡Trátenlo!
5. Tomarme horas para bañarme cuando en realidad bañarme me tomó 5 minutos y el resto del tiempo estoy sentada viendo mi teléfono, leyendo una revista o simplemente cogiendo un cinco. (Esto aplica también a quedarse en el carro un rato cuando uno se estaciona en la casa).
¿Quién no lo haría? O sea, ¿qué estaba pensando cuando pensé (valga la redundancia) que esto no lo haría? Claramente no pensaba. Era una joven sin pensamientos. Sí, eso debió haber sido.
6. Darles lo mismo de comida de almuerzo y de cena.
Está okay. No pasa nada. Nada. ¿Comida recalentada? ¿Y de microondas? ¡PERFECTO!
7. Tener un caramelo (o dos) en la cartera para esos momentos en que se ponen intensos.
Si pues. A parte que yo amo las pastillas o sea que a veces sirve para calmarme a mi cuando yo estoy intensa (que pasa bastante también y a parte que me he peleado con mis hijos por las gomitas rojas pero eso es tema para otro blog).

8. Hacerme la dormida cuando mi esposo me dice que uno de los niños me está llamando para que se tenga que parar él.
Y es que los niños por «default» siempre gritan «mamá». Pero eso no significa que realmente quieran que yo vaya verdad? digo, mamá, papá… misma cosa con diferentes nombres. 😉
9. Ponerlos a ver tv por más tiempo de lo que realmente se debería.
Ver número 1.
10. No lavarles los dientes una que otra noche que realmente no puedo mas.
Y es que cuando digo que no puedo más es porque de a milagro tengo fuerzas para lavármelos yo. (Espero que la dentista no sea «una madre real» y no se encuentre leyendo esto).
¿Cuál agregarías? Comparte!
JAJAAJ estamos en la mismas, todo lo que dije que NO ya lo hice 🙁 nimodo somos personas normales como dice mi esposo.. Saludos!
Jajajaja asi es!! Abrazos
super post! me encanto! tomare la idea de la cajita 😉 jajajaj muchas gracias por ser la vocera de las mamis reales, muchos exitos!
Gracias Mary por leernos!!! Todas somos madres reales 😉 abrazos!!!
Amiga eres mi «ídola»! Yo sabia que debías existir jajajaja! Una voz de una madre REAL, que bueno, ya se que no estamos solas! Excelente post
Ja ja ja ja ja! Todas existimos y somos madres reales!!! Gracias por tu comentario Yoja y por leernos!!! Seguiremos escribiendo más historias y anécdotas reales
Totalmente identificada
Gracias Addis!
Siiiiii!!! Siiiiiii! Todo sí! 🙌🏼 aplausos por decirlo! Todo lo hago y todo sirve de maravilla!
Gracias también por decirlo Michelle!