X

Un brindis a las madres (un poco) egoístas

Por: Jackie Souter

Todos los padres nos sacrificamos por nuestros hijos desde el día que los concebimos. Sabemos que el privilegio de amar así viene con grandes responsabilidades y temas difíciles. “Bendita la vida, te quita y te da”, como dice aquel dicho. Hay padres que dan más que otros, hay padres que dan tiempo, hay padres que dan trabajo, hay padres que renuncian a su vida profesional, hay unos que renuncian a su vida social…, pero creo que existe un término medio en donde todos los buenos padres caemos. Desafortunadamente hay gente que no debió convertirse en padre, no quiere sacarificar nada y abandonan a sus hijos (pero ese es otro tema).

Sin embargo, dicho esto, creo que en nuestra generación hay una conducta errada de sacrificar todo por los hijos. De pensar que lo ideal es que nuestra vida gire alrededor de ellos y eso tampoco está bien. Ni para nosotros, ni para ellos. Tenemos derecho a ser egoístas y los niños tienen que saber que aunque son lo más importante para sus padres, que los amamos más que a nadie en el mundo y este amor es incondicional, la vida de nadie (ni la de sus propios padres) gira alrededor de ellos. Eso, amigas mías, los ayudará el resto de sus vidas en todo lo que hagan. Yo les quisiera poner una plana algún día que diga así mismo: “no soy el centro del universo, no soy el centro del universo”. ¿Qué les parece? ¡Conozco un par de jovencitos y adultos que necesitan esa plana urgente!

Todo esto me vino a la mente porque un familiar me preguntó que por qué no llevé a mis hijos en unos viajes que tuve la oportunidad de hacer. Mi respuesta: yo trabajo más de cuarenta horas a la semana y me merezco unas vacaciones de mi vida caótica. Quiero dormir hasta tarde, comer en paz, ponerme romántica con mi esposo en la noche y tomarme unos tragos. Nada les va a pasar a mis hijos por quedarse en casa unos días con la abuela. Por un micro segundo me sentí culpable, pero les prometo que se me quitó y más al escribir esto. Cuando sean más grandes, disfruten de verdad un viaje y me provoque, los llevo. Ahorita, voy a ser egoísta.

Las mujeres especialmente, a veces damos demasiado. Cuidamos a todos, mantenemos todo en orden y funcionando. Tenemos que aprender a ser un poco egoístas. No soy psicóloga pero creo que es algo de sentido común. Tengamos nuestra vida, nuestro tiempo (aunque sea poco) nuestros intereses y nuestras metas propias. Nuestros hijos nos verán brillar y se beneficiarán con este ejemplo. Además, sabrán que no siempre haremos todo con ellos y no siempre se hará lo que ellos quieren.  ¡Un brindis a las madres (un poco) egoístas!

Facebook Comments
¿Te gustaría descargar GRATIS nuestra
Guía de Historias para Instagram?
Únete a Nuestra
Comunidad VIP
Tenemos para ti muchísimas cosas a las cuales
podrás ir accediendo y que te iremos enviando
al formar parte de esta comunidad
" vidaentremadres : ."

View Comments (9)

  • Excelente! Orgullosamente (un poco) egoísta! Es mi deber vivir mi vida a la vez que prepare a mi hijo para vivir la suya.

  • Me encantó este tema porque así mismo me siento, sólo con un hijo, esposo y trabajo y hay días que quiero salir huyendo porque pareciera que yo soy la única que no pudiera descansar o querer un masaje o sólo acostarme y ver la tele, aveces me siento la empleada, hasta que doy un stop y empiezo a poner a todo el mundo en su lugar; importante saber que así como se educan a los niños hay que educar a los esposos y que sepan que los quehaceres de la casa son entre todos. Estoy tratando de recuperar mi espacio, me gusta dedicarme sólo a mi aunque sea de vez en cuando. Saludos.