¡Qué locura pueden ser nuestras mañanas! Desde que nos levantamos hasta que llegamos al trabajo parece toda una guerra de pensamiento, palabra y acción en la que nadie se salva… ¡ni la mascota!

Es por esto que les dejo algunas acciones que me han sido de mucha utilidad y que pueden poner en práctica para lograr un poco más de paz a sus dinámicas familiares.
1.- Todo cambio comienza su transformación desde la toma de consciencia. Así que piensa sobre:
- ¿Cómo te levantas en la mañana? ¿Tu despertador te grita o te da los buenos días?
- Coméntame ¿cuál es la palabra que más repites a tus hijos durante la mañana?
- ¿Sabes las horas que necesitan tus hijos para dormir según su edad?
2.- Tomar acción decidida para cambiar la rutina en la mañana. Te dejo unas ideas.
– Que tu despertador sea lo más amigable según lo que necesites y, antes de dar el salto atlético de la cama, respira y agradece a Dios por el nuevo día mientras te estiras lo más que puedas.
Igual despierta a tus hijos de forma agradable, cuando lo hacemos con gritos o abruptamente, ellos se despiertan de mal humor y la rutina se vuelve más lenta y conflictiva elevando los niveles de estrés de toda la familia.

– Conocer el tiempo que de forma natural tus hijos se bañan, se visten, comen y se cepillan, te servirá de referencia para que no te hagas falsas expectativas pensando que, en la mañana, lo harán más rápido.
Con esto tomarás en cuenta la hora en que necesitan levantarse para realizar sus hábitos sin necesidad de que tengas que decir miles de veces: apúrate, rápido, vamos tarde, que lento eres, me desespera tu ritmo, con que no te apures te dejo, etc.
– Cuando nuestros hijos no tienen un sueño reparador, no contamos prácticamente con su “buena actitud” matutina.
¿Quieres saber cuántas horas necesitan dormir?

– Hasta los 2 años, entre 11 y 15 horas de sueño (incluyendo las horas de la siesta).
– De 3 a 5 años de 10 a 13 horas diarias.
– De 6 a 12 años necesitan entre 9 y 12 horas de sueño.
Las mamis también necesitamos descansar de la mejor manera posible. Pero esto lo hablaremos con detalle en otro encuentro.
Seguro que tienes tus propias estrategias para bajar el estrés matutino, ¡coméntanos! tu experiencia siempre nos nutre.
